Recordar y conocer (Eleanor)

Después de todo lo que había pasado, me sentía extraña. Saber que nunca pasaría nada mas o eso quería pensar, al fin era feliz. Aun me faltaban meses para dar a luz pero mi hijo por fin estaba a salvo de la amenaza que se cernía sobre él. Pero no solo él, todos estábamos a salvo. Por fin, podíamos vivir nuestras vidas sin restricciones, al menos hasta que nuestra vida se viera afectado por algo de nuevo. Quería salir a pasear, estar a solas... llegue hasta el cementerio sin darme cuenta y apoye mi mano sobre la fría lapida sin darme cuenta que allí había alguien más. Solté unas lagrimas silenciosas por tía Myriam.

-Tía Myriam, jamás te olvidare...

Mientras estaba sentada sobre el frio mármol que había allí miraba el nombre de tía Myriam, no podía creer que se hubiera ido para siempre. Que nunca más pudiera ver aquella sonrisa que me encantaba de ella, que nunca más me daría consejos... que nunca mas podría volver a abrazarla. Se había ido... como mama... Una voz de una chica, me sobresalto... mire a la chica... era preciosa. Se acerco a abrazarme y no pude evitar el hecho de abrazarme a ella y explicarle un poco lo que pasaba mientras no dejaba de llorar.

-Era mi tía, Myriam Cruz Algren. Murió por salvarnos a todo, era una gran mujer y yo la quería muchísimo. Iba a ser la madrina de mi bebe pero... ahora ella se ha ido para siempre...

Me sorprendió el apellido Dragon porque era como se apellidaba Albert al que hacia un tiempo que no veía. Desde que nos encontremos en los acantilado siendo yo aun pequeña.

-Siento no haberme presentado, soy Eleanor Álvarez Algren. Encantada de conocerte Victoria.

Dije mientras intentaba secarme las lagrimas que caían por mis mejillas.

Cuando ella me pregunto sobre el nombre completo de la tía Myriam, la mire lo decía como si la hubiera conocido. Aunque tía Myriam era muy conocida, ahora que la veía bien era muy bella y tenía cierto aire familiar pero no sabía en qué. Me seque las lágrimas que me quedaban en mis mejillas y la mire.

-Si, se llamaba Myriam Cruz Algren ¿conocías a mi tía?

Pregunte con verdadera curiosidad, pero mire a las lapidas de al lado allí yacían tantos familiares… míos y de mi amado Giovanni. Si, habíamos acabado con la amenaza pero… se había cobrado demasiadas vidas… Pero escuche de nuevo su voz y le preste atención. La verdad es que ella me recordó unas palabras de tía Myriam.

-Tía Myriam me dijo que iba a venir una chica que sería la madrina de mi bebe y además su protectora. Pero aun no entiendo bien que quiso decir.

Dije pensando en ello pero encogiéndome de hombros sentada aun encima del mármol, no quería separarme de allí y mire de nuevo a Victoria.

Gracias a ser hechicera descubrí casi desde el primer momento en el que habíamos hablado que ella era vampira. Baje la vista mordiéndome el labio cuando dijo que buscaba a dos de las personas que estaban allí enterrados. Espere a que me dijera algo, y cuando hablo gracias a mis poderes de hechicera supe que decía la verdad. Un momento… ¿vendrían seres que lastimarían a cualquiera? ¿Es que nunca dejaríamos de sufrir? Pero no dejaría que nadie absolutamente nadie lastimara a mi hijo, ni a mi familia. Y seguro que todos pensarían igual que yo… debería avisarles de ello… Quizás Victoria me ayudaría… Además Gio debía de saber que ella iba a ser la protectora y la madrina de nuestro bebe.

-¿Sabes? Me alegro de que seas tú quien sea la protectora de nuestro bebe y además su madrina. Pero… ¿Qué son esos seres de los que hablabas? Si algo puede atentar contra la vida de mí bebe y de toda mi familia quiero saberlo.

Si, desde que Gio me había ayudado a crecer me había vuelto mucho más responsable y madura. No dejaría que nada matase a las cosas más importantes de mi familia, no después de perder a mi madre, a mi tía, a Jonathan, a Adara… a todos los que habían muertos.

Estaba aun sentada sobre la tumba de tía Myriam, pero sabía que a ella no le molestaría, acariciaba su nombre con la yema de los dedos. Pero mire a Victoria esperando respuestas a mis pregunta, debía tener aquellas respuestas y por todo lo mágico que las iba a tener. Cuando la escuche, mi bebe se altero era normal, pero acaricie mi vientre calmándolo. Yo no iba a dejar que nadie a quien yo amaba sufriera daño. Porque ya había pasado mucho con Leticia y no iba a dejar que nadie más nos hiciera daño. La vi como con tanto cariño parecía hablar a tía Myriam, entonces me asalto una duda. Las palabras de tía Myriam y sus gestos se agolpaban en mi mente y mire a Victoria.

-Perdona que te pregunte esto pero… ¿eres hija de tía Myriam?

Era lo que más se parecía a como hablaba ella de tía Myriam y debía resolver mi duda pero asentí a lo que me dijo que tía Myriam había dejado de sufrir. Eso era verdad. Mire la rejita que ella me decía y pensé en quien la manejaba. La verdad es que no lo sabía.

-La verdad es que no lo sé, supongo que será mi padre o uno de mis tíos.

Entendí lo que me decía Victoria, aunque tenía razón tía Myriam era la mejor en todo y siempre había sido una persona importante para todos en la familia. Lo que había dicho de la plaquita era verdad no sabía quien la llevaba, pero alo mejor papa, tío Samuel o tío Brandon. Levante la vista cuando me hablo de nuevo, sonreí cuando me dijo que me parecía a ella y halago a mi mama. Y cuando hablo de mi bebe acaricie ya mi incipiente barriguita ya estaba de casi dos meses y sentía a mi bebe moverse en mi interior. Parecía que mi bebe también estaba encantado de que fuera Victoria su madrina y protectora.

-Parece que mi bebe también está contento de que seas su madrina y protectora. Estará deseando conocerte cuando nazca dentro de unos seis meses.

Dije con una sonrisa, me gustaba mucho estar con Victoria era muy parecida a tía Myriam pero a la vez también se diferenciaban.

Sonreí cuando ella hablo la verdad es que esperaba con ansias que mi pequeña fuera igual que tía Myriam, sería un bonito recuerdo que ella se pareciera a mi tía. Porque así todos tendríamos un recuerdo de mi tía, aunque me daba la sensación de que Victoria era algo de Myriam. Pero no dije nada, sabía que Victoria protegería a Gio y era lo que yo hacía a mi manera. Le protegía, le ayudaba, le daba todo… porque era la persona que mas amaba en el mundo y el padre de mi hija.

-Lo sé pero con que protejas a mi hija y a Gio me sentiré satisfecha. Ellos son lo mejor de mi vida junto con mi familia.

Dije con una sonrisa acariciándome el vientre la verdad es que mi hija, Gio, mi padre, mi hermano y mis tíos eran lo más importante ahora para mí. Si los perdía a ellos me moriría, no podía vivir sin ellos.