Pasando el dia con mi tio (Samuel)

Había pasado ya un tiempo desde lo ocurrido en el Caribe y el tío Samuel se había recuperado y yo estaba un poco más tranquila porque ahora estaba bien. Pero sabía que alguien me quería y eso me daba miedo. Pero no pensaba en ello. Aquella mañana aunque era ya tarde no me había levantado. Seguía metida en mi cama y durmiendo. Yunu se había ido al bosque como cada mañana allí había hecho nuevos amigos que también eran los míos y siempre se juntaba con ellos. Pero nadie me había despertado y yo no me iba a despertar sola, seguía tapada por las sabanas y abrazada a mi muñeca. No estaba soñando nada pero para era un alivio porque todas las noches me despertaba llorando y gritando por la misma pesadilla. Pero debería haberme callado porqué en ese momento aquella pesadilla volvió a azotarme, era una noche cerrada y yo corría para llamando a papa, a Javier, a mama Sandra, a tío Samuel y a tío Brandon. Quería encontrar a alguien pero nadie me respondía. Pero veía aquella misma bestia que nos había atacado como los atacaba a ellos sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Me desperté gritando con fuerza y llorando con mi muñeca entre mis brazos.

En pocos segundos, tío Samuel apareció a mi lado calmándome cuando lo vi no pude evitar el hecho de abrazarme con fuerza a él. Tenía miedo siempre que me despertaba de la pesadilla, las imágenes se agolpaban en mi ente y el tener allí a tío Samuel era una balsa de salvamento para mi. Escuche sus palabras y su beso en mi pequeña mejilla. Me calme hasta que deje de llorar pero aferrada a tío Samuel. No quería decir lo que había soñado porque eso me haría revivir todas las imágenes que me habían atormentado. Mire a tío Samuel a los ojos.

-Gracias por estar aquí conmigo tío Samuel.

Dije la verdad, note que mi muñeca aun estaba en una de mis manos así que la solté y la puse contra la almohada pero sin separarme de tío Samuel. No quería separarme aun.

No sabía que habría sido de mi si no hubiera conocido a mi familia, seguramente no estaría tan feliz. Lo mejor de mi vida había sido encontrarlos a ellos, me abrace a tío Samuel para que me llevara abajo. Parecía consentida pero no quería andar, no tenía ganas. Le mire a los ojos, sabía que papa y yo teníamos los mismos ojos. Solo sonreí a tío Samuel aun estando medio dormida.

-Te quiero tío Samuel y tengo hambre...

Dije mirándole a los ojos, la verdad es que tenía ganas de desayunar y así poder estar con tío Samuel y olvidar la pesadilla que había tenido.

OFF: que paso con mi sobrinita O.o?

ON:
la lleve a la cosina y sonreia para que se relajara ella, bien de sobra tenia que pasaba por su mente pero no queria hacer algo que la hiciera recordar asi que solo le dije

-Que deseas desayunar mi hermnosa princesa?, hay de todo asi que dime que quieres y yo lo hago-

realmente la queria y no podria verle mal, asi que solo espere un momento

-Realmente cuando crescas tendras quien te ame, asi como mama Sandra amam a tu papa, creme que el te amara aunque a veces no lo demuestre, solo acuerdate de esto cuando crescas que sera de importancia-

OFF: Crecí xD pero este tema lo acabamos como si aun no hubiera crecido xD

ON:
Las sonrisas de tío Samuel siempre me habían calmado y aquella vez no era diferente, me olvidaba de mi pesadilla y me abrace a tío Samuel mientras me llevaba a la cocina. Aquellas escaleras de caracol me mareaban, debería hablar con tío Brandon y convencerle para que las cambiara. Pero cuando lleguemos a la cocina recordé el desayuno que mas me gustaba de tío Samuel y sonreí con ganas.

-Tortitas, me encantan tus tortitas tío Samuel.

Escuche sus palabras y me sorprendí porque no sabía que quería decir pero sabía que mama Sandra quería mucho a papa y recordé como mama me explicaba lo mucho que se habían querido.

-¿Y papa y mama también se habían querido verdad, tío Samuel?

Sonreí cuando tío Samuel me digo aquellas palabras, me sentía muy querida por todo y eso era lo que a mí me gustaba. Me senté en mi silla, era una de las más altas de la casa para que pudiera llegar a la mesa mientras que tío Samuel me hacia las tortitas balancee mis pies mirándole pero entonces me aburría un poco y me concentre en mi muñeca que era mi preferida porque me la habían regalado todos. Chasquee los dedos y la muñeca apareció en mis manos y en la falda llevaba el cepillo que tío Samuel me había dado en el Caribe para ella. Lo cogí y le empecé a peinar el pelo y miraba a tío Samuel algunas veces pensando en las palabras que tío Samuel me había dicho.

al cocinar solo me quede pensando que si no habia medtido la peta por decirle las cosas a Ele, pero no le veia nada de malo, al menos no de momento, solo pense en eso un poc mas y termine de hacer el desayuno, ahora debia de reflexionar en todo lo demas, ya que mi mente estaba en mas de una persona de momento solo andaba entre Ele, Javi, Gio, Aline, Luisa, Hannah, la otra Hannah, Gianna, Rebeca, Paz, y aun no acababa con la lista, mi mente si andaba ocupada pero pro suerte aun tenia un poco de respiro, en eso vi a Ele y servi el desayuno y le dije

-Listo bella princesa, disfrutalo, y veo trajiste tu muñeca, bueno, asi al menos no solo seremos tu y yo-

realmente se veia inocente, y pura en pensar pero notaba que su mente maduro mucho desde lo sucedido en el caribe, y eso era lo que mas me preocupaba, porque ella teni amucho que pensar

OFF: ahora ya que deberemos apurar este post para llevar a tiempo todo

Mi mente se había hecho madura a la fuerza después de lo que había pasado en el Caribe, yo sabía que si no hubiese pasado allí hubiese pasado aquí. Ahora mi personalidad era una mezcla entre la niña de 8 años que era y mi parte madura aunque esta última ganaba más que la otra. Pero deicida olvidar las palabras de tío Samuel y concentrarme en mi lado mas pequeño y seguir peinando a mi muñeca. Sonreí cuando tío Samuel me trajo las totitas y hablo de mi muñeca.

-Gracias tío Samuel y si Erika nos vino a hacer compañía. Ahora puedo tele transportar cosas pequeñas como ella.

Había aprendido rápido, me gustaba aprender cosas nuevas de la magia. Me sentía mas inteligente.

OFF: Cierto, si debemos apurar esto todo lo que podamos.

La verdad es que me estaba obligando a pensar como una niña, pero eso me dolía en extremo porque era la mente de una chica de 17/18 años atrapada en el cuerpo de una niña de 8. Ahora entendía a Javier cuando le conocí. Mientras desayunaba aquellas tortitas deliciosas de tío Samuel pensé en que podíamos hacer.

-Podríamos ir a comprar dulces y pasarnos por el parque. Quiero pasear contigo tío Samuel.

Si, solo pensaba en pasear, mi mente o al menos la parte madura de mi mente ya no pensaba en jugar. Estaba creciendo pero solo de mente mi cuerpo seguía exactamente igual.

Cuando acaba de desayunar mire a tío Samuel, él sabía que mi mente ya era la de una adolescente, veía que tío Samuel era el que mejor me conocía de la familia. Eso sí, me apetecían los dulces siempre había sido muy dulzona. Sonreí y abrace a tío Samuel.

-Lo siento haberlo ocultado tío Samuel, pero no sabía que hacer. Si comportarme como una niña o no. Ahora sé que no tengo que fingir con vosotros

Dije con una sonrisa. Y sin parar de abrazarle hasta que me separe y metí en el plato en el lavavajillas que teníamos en casa y volví a donde estaba tío Samuel y lo cogí de la mano tironeando levemente de él.

Me gustaba que tío Samuel se sintiera orgulloso de mi o de mama, porque yo en realidad me parecía papa y mama y me sentía muy orgullosa de eso. Sonreí cuando digo que llegaría la solución, la verdad es que cada vez me costaba más delante de otra gente el asemejar que tenía 8 años porque mi mente me obligaba ser de la edad que había madurado mi mente. Cogida a la mano de tío Samuel le mire.

-¿Tío Samuel? ¿Porque he madurado tan rápido respecto a mi mente? Sé que ha sido por lo del Caribe pero no entiendo del todo el porqué.

Escuche a tío Samuel con curiosidad, a él y a tía Myriam les pasaba igual. Eso me sorprendía pero entonces entendía porque había madurado. Al ver a mi familia en peligro y el haber perdido a alguien que amaba como era mi mama eso me había hecho madurar de golpe ahora todo me encajaba. Sin darme cuenta que tenia puesta una expresión demasiado seria para una niña de 8 años salimos a la calle pero al darme cuanta cambie mi expresión.

-¿Entonces si a los Algren nos pasa algo de eso puede ser que nuestra mente se desarrolle más deprisa como a mí que viví la muerte de mi mama y vi a mi familia en peligro en el Caribe?

Pregunte a tío Samuel con bastante curiosidad la verdad es que no sabía cómo era eso pero así era. Al menos ahora era más consciente de lo que pasaba en la familia y podía ayudar más que cuando tenía 8 años de mentalidad.

Estudia las palabras de tío Samuel mientras él me cargaba, las estudie bien hasta que las entendí. Sabía lo que quería decir, estudie todo lo que nos había pasado a mí, a Javier y saber lo que le había pasado a Rebecca me daba cuenta que cada persona le influya algo diferente. Pensaba bien las cosas que habían pasado... todo había influido en el crecimiento acelerado de mi mente y yo lo sabía.

-Lo entiendo tío Samuel. ¿Rebecca es más pequeña que yo o más grande?

La verdad es que conocía a tía Myr pero no conocía a sus hijos. Y no sabía si Rebecca y su gemela eran más grandes o más pequeñas que yo.

Ya que estábamos rodeados de gente no podía actuar como la chica de 17/18 años que me decía que actuara mi mente. Así que me porte como la niña de 8 años que todos los demás creían que era menos tío Samuel evidentemente. Cuando me dio la respuesta que quería , me quede pensativa pero al oírle sonreí. Pensé donde era mejor.

-A la plaza, allí venden de todo.

Dije con una sonrisa enorme, pero actuando un poco no podía comportarme como una chica de 17/18 años en plena calle lo que me limitaba un poco pero al menos podría comer dulces que siempre me habían gustado.

Nos sonreímos el uno al otro, al saber que todo iba bien. Cuando nos juntábamos tío Samuel y yo podíamos parecer niños pero nos gustaba estar juntos y la verdad es que con el podía ser sincera. Todo lo que no le podía contar se lo confiaba a él y después el me ayudaba a decírselo a papa. Fuimos a la plaza que estaba cerca primero tío Samuel me compro un helado de vainilla y después algunos dulces. Me estaba comiendo el helado hasta que tío Samuel me llevo a un sitio donde no había nadie.

-¿Aquí podemos hablar con calma tío Samuel?