Conociendo a alguien nuevo (Oliver)

Aquella mañana me habia despertado temprano, algo.... extraño en mi. Pero pense en Ivan, pense que aun estaria durmiendo y ni siquiera desayune, me fui a dar una vuelta por los jardines, tenia ganas de usar mis alas alas, las hice aparecer y me puse a volar sintiendo el aire acariciar mi cuerpo. Pense en darle una visita a mi hermano Samuel pero deseche la idea era demiasiado temprano para todos mis amigos. Suspire, fui hasta una de las torres y me sente alli en una de las ventanas. Mirando el sol que empezaba a salir, me gustaban las salidas y las puestas de sol. La verdad es que era un momento de paz, hice desaparecer mis alas y me quede mirando la puesta. Hacia un poco de frio alli arriba por lo que intente calentarme un poco con mis poderes de la electricidad funciono a medias. Al menos no sentia tanto el frio, mirando la salida de sol en un momento cerre los ojos recordando a mi familia, mis padres y mi hermano aquellos que se creian que me habian matado y que nunca encontrarian el cuerpo. Bueno, en realidad me habian matado. Pero solo que habia vuelto convertida en angel y ahora tenia a mi hermano Samuel, el me habia adoptado y tenia a una familia maravillosa y un chico a mi lado al que amaba con locura. De pronto, senti como alguien subia las escaleras.

No atendi a quien subia, creia que al verme no me haria caso y seguiria su camino. Estaba equivocada de pronto escuche una voz y me gire para ver a un chico. Mantenia una chaqueta para darmela, le sonrei y le mire a los ojos con mis ojos azules. La verdad es que si tenia frio. Mi poder de la electricidad no funcionaba todo lo bien que yo queria. Por eso agradeci la chaqueta. Era un chico muy amable por ofrecerme la chaqueta sin conocerme.

-Gracias eres muy amable, la verdad es que si que empezaba a tener frio.

Senti la chaqueta sobre los hombros y me envolvi en ella, inhale el perfume que llevaba. Me gustaba, mire al amanecer que se iba abriendso paso mire como el se recargo a mi lado y sonrei. Era un buen chico, no lo conocia pero sabia que era un buen chico. Llamalo sexto sentido pero lo sabia, de pronto le escuche hablar sobre unas personas. Suponia que eran personas muy especiales para él eso me hizo sonreir porque tenia buenos deseos. Se presento y le sonrei de manera dulce y le mire a los ojos.

-Encantada Oliver, me llamo Hannah Rylender Thryup.

Por mis dos apaellidos se podia adivinar que era rusa ya que mis apellidos no eran muy comunes. Deje que el se sentara a mi lado en la ventana mies se balanceaban fuera de la ventana. Le mire y solo pude sonreir. Levante una mano y le acaricie la mejilla delicadamente como si de una madre se tratara.

-Eres un buen chico Oliver.

Sonrei cuando me pregunto de donde era, la verdad es que habia acertado, yo era rusa y a mucha honra. Yo sabia que él era una buena persona algo dentro de mi me lo decia y sabia que esa parte de mi tenia razon. Pero le sonrei y aparte mi mano para ponerla sobre mi pierna. Decidi primero ir a la pregunta que me habia hecho sobre mi nacionalidad.

-Si, soy rusa. Naci y creci en Rusia.

Y ahora me tenia que enfrentar a al pregunta de porque estaba alli, no tenia miedo de contarselo porque todos y cada uno de los que alli estabamos habiamos pasado y algo y sabiamos de la existencia de otras razas. A la cual una pertenecia yo. La mire y sonrei.

-Me asesinaron, estuve saliendo un tiempo cn un hombre mientras era humana pero el momento en que lo deje, me asesino y me converti en angel. Cuando llegue aqui creia que no me merecia esta segunda vida pero hice una amiga genial, tengo un novio que me ama y un hermano que me adora aunque sea su hermana adoptiva. Aunque por desgracia tambien me he reencontrado con el demonio que me mato... lo unico que me faltaria pasara ser feliz seria un hijo o hijos.

Dije con una sonrisa mirandole, me sentia muy bien con el como si yo quisiera protegerle de todo. Era una sensacion extraña pero tremendamente bonita.

Le pase el brazo por encima de los hombros a Oliver, me gustaba que fuera tan buen chico. Le abrace con el brazo que tenia encima de sus hombros, la verdad es que sabía que el hechicero que me iba a proteger era él. Pero me gustaba tanto que me cuidara tanto que no podía evitar el sonreír. Me separe de él y sin parar de sonreír le bese la mejilla. La verdad es que parecía que con el sobraran las palabras como si ambos pudiéramos entendernos con solo mirarnos. Como si fuéramos madre e hijo, algo muy raro porque nos acabábamos de conocer.

-Gracias por protegerme, me acabas de conocer y ya me quieres proteger. No hay personas como tú, Oliver.

Dije sonriendo acariciando su mejilla y después bajando la mano para hacer aparecer mis alas e hice que la que estaba en el lado donde él se había sentado lo envolviera como si lo abrazara. Me hacia quererlo mucho y ni siquiera sabia el motivo.

Me gusto que me sonriera me hacía sentirme muy bien y cada vez me hacía sentir más rara. Pero lo que de verdad me sorprendió fue lo que me dijo… como si yo fuera su mama. Mi sueño de siempre había sido ser madre, pero desde que era ángel sabia que si no adoptaba era imposible tener hijos. Y ahora que estaba con Oliver los dos sentíamos la misma sensación, como si fuéramos madre e hijo. No sabía cómo reaccionar pero mi mente empezó a trabajar a toda velocidad.

-Sabes Oliver, siempre he soñado con ser madre y cuando me asesinaron y renací como ángel supe que ese sueño no podía hacerse realidad pero contigo te siento como si fueses mi hijo. Y me alegro que sientas lo mismo que yo.

En ese momento, le rodee con mis brazos. Si ahora me decían de ser madre de Oliver no diría que no, es más me sentiría dichosa de decirle que sí. Porque era como mi hijo.

La verdad es que teniendo a Jose Ivan a mi lado no me importaba casi nada, si sentía el no poder tener hijos pero su amor era importante para mí. Sentí como me miraba y por eso gire mi rostro para ver el suyo. Escuche sus palabras con atención, no consideraba patético el que él necesitara una madre. Yo con mis 19 años y aun siendo ángel, algunas veces tenía el impulso de buscar el arropo de una madre como lo fue siempre mi querida madre. Pero el deseo de tener hijos siempre estaba en mi interior y al oír sus palabras no pude ser más feliz, sabía que Ivan también estaría de acuerdo. Y cuando escuche decirle que tenía dos hermanos, uno gemelo y otro demonio. No pude ser más feliz. La verdad que me estaba haciendo más feliz que nunca.

-Me haces muy feliz Oliver. Y seré vuestra madre con mucho gusto. Has cumplido mi sueño.

Dije abrazándole de nueva cuenta, la verdad es que entre mis brazos le sentía como un niño. El solo saber que sería madre de tres chicos me hacia feliz, quizás lo sentía como un niño porque yo había madurado intensamente. Sin pensar mientras le abrazaba salió una palabra de mis labios.

-Mi pequeño…

Cuando le abrace note que él hacía lo mismo y me hizo sonreír. Ya le tenía mucho cariño desde el primer momento en que había estado con él pero desde que éramos madre e hijo (desde hacía unos segundos) lo quería mucho más. Me reí cuando digo lo del novio.

-Pues si cielo, tengo un novio al que puedes interrogar. Se llama Jose Ivan Heredia y estoy segura que te caerá bien y que tu a él también. El quiere mi felicidad, me ayudo mucho cuando llegue.

Mientras mirábamos el sol salir mientras nos separábamos un poco del abrazo le mire y sonreír, la verdad es que mi vida no era muy bonita de contar sobretodo cierto capitulo pero era mi hijo y debía saberlo. Si, lo sentía como si fuera mi hijo biológico aunque fuera adoptado.

-Bueno, debes saber que si tengo más familia. Están mis padres pero ellos creen que estoy muerta y así debe seguir, tengo un hermano es mi mellizo pero no sé donde esta… solo espero que este bien y después tengo un hermano que me adopto como su hermanita, se llama Samuel Álvarez Algren. Quizás le conoces. Y si quieres saber la vida de tu madre, es mejor que te pongas cómodo cielo.

Me gire para que mis piernas quedaran por dentro de la torre y así podía mirarle mientras que el estaba sentado en el suelo hice que mis alas se alzaran y taparan la ventana para que el sol no le deslumbrara pero como me sentía un poco incomoda me senté también en el suelo y después mi alas hicieron lo mismo y de aquel modo yo estaba cómoda y a él no le daba el sol. Reí por lo que me digo que interrogaría a Ivan. Pero decidí empezar con lo de mi vida.

-Lo mío era una buena vida, una vida normal hasta que pase de niña a adolescente, en el instituto conocí a un chico y empecemos a salir juntos para mí no había mejor persona que él pero me introdujo en el mundo del modelismo y me empezó a humillar para que me sintiera peor hasta que me dejo. Leonard, mi hermano me quiso ayudar pero yo no hablaba con nadie me introducía mas y mas en el mundo del modelismo hasta que un día sin querer le hice daño a una chica, a mi mejor amiga y deje el mundo del modelismo. Empecé a estudiar música y después de unos dos años conocí a una persona, para mí fue el hombre más hermoso que había visto en el mundo. Pero era mayor que yo y sabia que nuestra relación nos seria bien vista así que empecé a salir con él en secreto. Después de un tiempo se lo conté a mi hermano, el me hizo ver que no podía salir con él que no estaba bien… lo entendí… y cuando se lo dije… me asesino. Pero ahora he visto que si que había una persona más hermosa que él. Mi novio actual, tu padre adoptivo si así lo quieres cielo.

Dije cogiendo su rostro acariciándoselo y dándole un beso en la frente.

Le escuche mientras me decía todo aquello, la verdad es que después de todo había tenido suerte encontrando a Ivan, a mi hermano Samuel y a Oliver. Ahora sí que podía decir que era completamente feliz. Sus palabras me hicieron feliz porque me hicieron olvidar mi horrible vida aunque sabía que había gente que había pasado por cosas peores que yo. Le cogí la mano cuando supe que si quería a Ivan como padre adoptivo.

-Ya verás cómo le encantaras. Es un hombre maravilloso que me ha devuelto la ilusión de volver a vivir y sé que te querrá como si fueras su verdadero hijo. Ya lo veras.

La verdad es que no me importaba la edad de mis tres hijos, porque aunque eran adoptivos los sentía como si fuesen biológicos. Si, quizás no conocía ni a Albert, ni a Joan pero me daba igual. Los quería muchísimo. Cuando le escuche le miraba con dulzura y le acaricie el pelo y le abrace besándole con muchísimo cariño el pelo. Me sentía como su madre y eso que hacía poco que habíamos estado hablando de adoptarle pero eso era lo de menos.

-A mi no me importa la edad que tengáis cielo, y supongo que a Jose Ivan tampoco. Él me quiere y quiere que sea feliz. Y además os cogerá cariño también y os querrá como hijos. Estoy segura, conozco al que es el amor de mi vida.

Mire hacia el amanecer y pase el brazo por los hombros de Oliver. Le abrace mientras mirábamos el amanecer y reí con cariño cuando hablo.

-La verdad es que cuando era humana me encantaban ver los amaneceres.

Miraba con ternura a Oliver, la verdad es que yo amaba mucho a mi Ivan y a Oliver ya lo amaba como hijo y no solo a él si no también a Albert y a Joan. Le cogí la mano con cariño y le mire a los ojos. Parecía uno de esos hijos que no querían que lastimaran a su mama y eso me daba mucha ternura y querer protegerle de todo, porque ahora él era mi hijo.

-Tranquilo mi vida, él nunca me hará daño. Él me ama y yo a él.

Le sonreí con cariño cuando me dijo lo de los amaneceres, recordaba que cuando era humana y aun no había empezado la peor época de mi vida Leo y yo subíamos al tejado de casa y mirábamos el amanecer y muchas veces también los atardeceres. Pero aquello se había acabado, pero mi amor por los amaneceres no había cambiado ni un ápice. Y mire a Oliver de nuevo.

-No, mi amor por los amaneceres no ha cambiado.