Lightning [Perseus]

La idea de agradecer que estaba en la tierra apareció como un rayo adormecedor en mi cabeza, estaba recostada en la suave cama con el cerebro dormido al parecer. En cierta parte encontrar cada individuo en este lugar tenia su encanto, discutir sus caracteres, las emociones que los rodean y descubrir su finalidad en el lugar, cuatro paredes que encerraban varias razas y trataban de hacerlas convivir, cuatro paredes antiguas que aún no se desmoronaban.
La noche había invadido el lugar hace algunas horas dejando que la luna diera vida al pequeño vidrial circular que se encontraba en mi dormitorio, yo ladeaba la cabeza, izquierda a derecha, buscando que mi cuello se desadormeciera y el cuerpo, en función automática, buscaba su propia libertad. Y volvía la extraña idea a mi mente mientras la ropa caía al piso alfombrado, ser social no estaba en mis estándares, la mirada fulminante siempre en mi rostro… la duda en la de los demás, era interesante la reacción ante la hostilidad de un ángel y nueva ropa cubrió mi cuerpo, el cabello ondulado bajaba hasta la altura de mi trasero. la luna se llenaba.

Debía admitir que no era por los individuos que agradecía en ese instante, era por la pequeña diferencia de libertad que se daba entre la tierra y el cielo. La manera de divertirse para un ángel es demasiado infantil e inocente, siempre sonriendo y evitando el daño, los mundi pueden optar por el bien o el mal, una noche de sexo o una de amor, nosotros también podemos optar, pero nuestras consecuencias son mucho mas severas que las de un mundano, perder alas es como volver a ser un bebe en el juego. No, no era necesario pedir permiso, solo saber que los deberes habían sido terminados y ya que me considero eficiente los e terminado antes de tiempo, puedo tomarme un tiempo libre sin necesitar coche pero es preferible el artefacto para pasar desapercibido en Blood Temps.

No fue modesto de mi parte tomar el deportivo pero tampoco me importaba aquella modestia de la que nos hablaban, no ahora, necesitaba salir de mi nido rápido. Los ojos los mantenía delineados, el cabello se alboroto por la combinación del viento y la velocidad, no, aquí los policías prefieren no parar a los autos que van a gran velocidad por el simple miedo a las leyendas urbanas, leyendas urbanas… y una risa suave salió de mis labios. Opte por el night club, necesitaba música que llenara mi espíritu, necesitaba ser libre a mi manera. El coche estaba en manos de un mundano sonriente, "Alexander" decía en la tarjeta y no fue necesario hacer cola, el local comenzaba a ser eficiente. Deje la chaqueta en el guardarropa, mientras disfrutaba del beat, el dubstep invadía mis oídos, el lugar estaba repleto de seres… no solo mundis. Rodeando la pista de baile, esperando un daiquiri notaba a decenas de mujeres contorcionando sus cuerpos en busca de algún "galán" que las acechara. Vampiros… demonios… habia una gran variedad para aquellos cuerpos alborotados, no era necesario desesperar.

Me alcanzaron la bebida helada y tome un poco de aire para no reír ante la sonrisa coqueta del tipo que me la alcanzo, era vampiro, uno que no notaba que clase de ser era yo. Y solo con una sonrisa lo deje de lado, camine decidida y entre… entre al principio del fin.

Una noche más para irme por algún lugar a soltar toda clase de acciones libertinas. Una noche más para dejarme llevar por lo que sea que aparezca primero en mi mente. Una noche más para, simplemente, ser yo. Y la forma de comenzar fue metiéndome a la ducha para relajar todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo, además de quitarme la sangre de la última masacre que me había montado en las afueras de la ciudad, obviamente dicha sangre también abarcaba la de un par de ángeles que intentaron detenerme y que, ahora, habían sido agregados a la larga lista de mis víctimas. Y eso había sido durante la tarde, por lo que ahora mi sed de sangre ya estaba saciada por completo y lo único que me quedaba era, quizás, disfrutar de la noche bebiendo unas copas o algo. Y, si alguna chica tenía suerte, quizás también agregar a todo aquello una noche de buen sexo.... aunque desde hace tiempo aquello había perdido un poco el sentido gracias a cierta chica. Bueno, la cosa es que me dirigí al Night Club de la ciudad, el preciso lugar donde aquello había comenzado y sin siquiera preocuparme de nada entré al local. Genial, un letrero gigante indicaba que era "Noche de karaoke", negué con la cabeza y miré alrededor. Un instante después localicé las mesas de billar y, en ellas, a un viejo demonio conocido con el que disfrutaba disputar una que otra partida. Supuse que era un buen momento para comenzar de verdad con la noche así que fui hasta allá, saludándole con una palmada en la espalda. No pasó mucho tiempo cuando comenzamos con una apuesta: Si yo ganaba él debía entregarme un par de almas que había conseguido en sus cosechas, si él ganaba yo debía acompañarle al callejón trasero donde "me esperaba una sorpresa" y luego volver al local para cantar una canción en el karaoke. Para ser honestos, hacía mucho tiempo que nosotros disfrutábamos de este juego. Creo que la primera vez había sido en lo que, ahora, es Croacia.... claro que en esos tiempos se jugaba con testículos de cabra y había perdido porque esas bolas no giran de la manera correcta, en fin.

Media hora más tarde aquel amigo mío se regodeaba en su aplastante derrota y yo le acompañaba al callejón. Y la sorpresa era nada más y nada menos que dos demonios más que esperaban saldar cuentas conmigo. Menudo traidor..... Bueno, la cosa es que al final terminé matando a los dos demonios y a mi viejo camarada por tener la osadía de enfrentarme. Volví a entrar al local, sin siquiera una mancha de sangre sobre mi cuerpo, y me dirigí directamente a la zona del karaoke para pagar la segunda parte mi apuesta. No se trataba de hacer honor a la amistad con el tipo, sino más bien con el hecho de que le había dado mi palabra mediante la apuesta y no tenía más alternativa que cumplir. Me acerqué al tipo que se encargaba de la organización y le dije la canción previamente acordada. La suerte de los presentes era que iba a dar un espectáculo de primer nivel.... y gratis. Desaparecí del lugar -sí... que algunos demonios tienen limitaciones con eso de la aparición, pero no así los poderosos como yo- y fui directamente a mi habitación a buscar una chaqueta que había comprado en una subasta, la había usado un gran músico durante una parte de su gira y ahora me tocaba emularle.... de manera irónica claro está, porque aquel músico era alguien que luchaba por buenas causas y yo..... soy un demonio, ahí lo dejo. (Off: la del video xd)

Volví justo a tiempo cuando tocaba mi turno y subí al escenario, los primeros acordes sonaron y unos segundos más tarde comencé a cantar con una voz digna del mejor de los cantantes. -"Sometimes i feel like i don't know, sometimos i feel like.... checking out....." -lo láser rojos de mi chaqueta le daban un aire de intimidad a la presentación, y cuando llegué al estribillo agregué algo de mi propia cosecha. -Baby baby baby.... light my way... -canté y al instante usé mi fotokinesis para que las luces del lugar aumentaran la intensidad por breves segundos. Seguí con la rutina hasta el final de la canción y la chaqueta, de inmedia, dejó de funcionar. Bajé del escenario y, sin más, me fui a beber una copa a la barra, donde reconocí a aquel ángel cuya presencia tanto me había perturbado en el encuentro del bosque. Sonreí y pedí un whisky seco, luego de que me lo dieran y yo pagase de inmediato me senté junto a ella. -Parece que estás dando rienda suelta a tus emociones..... -dije con un tono irónico porque era obvio, desde un comienzo, que es frase no tenía sentido alguno.