Blooderie - ¡Foro nuevo! ¡Tramas en curso! (Confirmación de Élite)

París, época actual. La capital francesa sigue siendo la ciudad del amor y la luz, cuna del Art Noveau y referente bohemio por excelencia. Sus calles, un ir y venir de transeúntes y turistas, constituyen por sí solas una laberíntica obra de arte. Sus edificios, del más antiguo al más moderno, reflejan belleza sin igual. Hasta el más pequeño y olvidado rincón, puede albergar un detalle lleno de historia y, por qué no, de magia...

Así es, damas y caballeros: La magia existe. Pero no, no penséis que os hablamos de hechizos inimaginables y poderes capaces de dominar las grandes fuerzas de la naturaleza... No. La magia que existe no es sino la propia ciudad, viva y palpitante, erigida brillante en torno a un oscuro corazón. Es la magia de cada individuo, aquella que todos han olvidado y solo los más firmes en sus creencias mantienen. Y es, como no, la de aquellos que, a la sombra de la luz, acechan en silencio: Vampiros.

Hijos de la noche, vástagos de la oscuridad, seres que antaño servían a las madres para atemorizar a sus hijos y enviarles a la cama, criaturas que siglos atrás eran tan temibles como hoy día lo son para nosotros aquellos crímenes y atentados que nos cuentan en las noticias... Antes, en un mundo en el que no había medios de comunicación ni ciencias avanzadas, ellos eran la justificación temida de los más incautos. Antes, hasta el más culto hombre de negocios, temblaba de miedo ante la mención de un vampiro. Era la explicación a la desaparición de niños y mujeres, a los cuerpos hallados sin vida y desangrados en los callejones... Pero eso, queridos, era antes, mucho antes de que nos volvieramos unos ingenuos insensatos.

Ahora la realidad es diferente. Para la mayoría, los vampiros no son más que seres de ficción, bestias de las que disfrutar en el cine o las novelas. Muchas les retratan de forma bastante fiel, acorde a como eran imaginados tiempo atrás. Otras les modernizan y convierten en seres preparados y más avanzados tecnológicamente que nosotros. Y algunas, las más insensatas, les dan un tinte rosa, volviendo a cualquiera de estos hijos de la noche un príncipe propio de los cuentos de hadas... Necios, necios... ¡Si ellos supieran! Son muchos los que disfrutan de esta ficción, los que han llegado a interpretar a uno de estos seres en diversos juegos de rol u obras, y los que hasta han querido aparentar ser uno de ellos. Otros tantos no tienen ni el más mínimo interés en el tema, demasiado escépticos y sumidos en su rutina monótona y ordenada. Y unos pocos, los más listos o tal vez los menos cuerdos, simplemente creen que podrían existir como lo hacen otras muchas cosas... ¿Por qué no?

Lo cierto es que, pese a que no sean conscientes de ello ni imaginen la realidad, estos últimos tienen razón. Así es, amigos míos: los vampiros existen y, con ellos, también existen las personas destinadas a darles caza... ¿O creiais que toda la humanidad es realmente ignorante? No, simplemente, la mayor parte vive engañada, incluidos vosotros... Es necesario, claro, el pánico no debe cundir. Por eso La Órden también se mantiene en secreto, protegida por la Santa Madre Iglesia, dedicada en cuerpo y alma a proteger a la durmiente humanidad de estos monstruos de terror... O tal vez simplemente quieran erradicarles y la protección de otros sea algo secundario, ¿qué mas da mientras cumplan su tarea en el nombre de algún Dios?

Sea como sea, en el París actual los vampiros viven la noche, tanto como los humanos viven su día a día. Son el verdadero cerebro de la ciudad, sus verdaderos amos y custodios: aquellos que se mantienen ajenos a esta realidad lo hacen, única y exclusivamente, porque ellos lo permiten... Por el momento.

Y aquí estáis vosotros, pobre mortales, descubriendo cuán frágil es vuestra existencia. ¿Empezáis a asustaros? Deberíais...