Renzo Moroni

Nació y creció en el Inframundo, como hijo único y legítimo heredero de su predecesor en el infierno, que según las profecías que dictaban que este demonio sería el próximo emperador del inframundo y destructor de la creación de Dios en la tierra. Siempre estuvo rodeado de lujos y sirvientes y fue educado por los mejores instructores en las artes de la guerra y la filantropía, para que en un futuro fuera un digno mandatario del Imperio. Llevó una vida normal por un corto periodo en la tierra, hasta que su padre lo encontró finalmente y empezó una disputa para que ascendiera finalmente al trono aceptando su responsabilidad y destino, y cumpliendo con su nueva misión y demostrando ser un digno sucesor de Hades, esparciendo la maldad y la oscuridad en la tierra para sumirla entre sus cenizas y llevarla a sus ruinas para iniciar una nueva era donde reinarían las sombras y el caos.

Ahora, sus prioridades son manejar estratégicamente al círculo del mal que gana poder con cada segundo que pasa y conducir a sus legiones, más allá de la brutalidad monumental y la destrucción sangrienta, hasta que la victoria famélica llegue a sus pies, sumisa e inalterable, cambiando el balance que se ha mantenido hasta ahora e iniciar un cambio drástico para hacer de la tierra una extensión de su reino.

Renzo desde este momento, se convertiría el Emperador de las Tinieblas y el Inframundo dejándole una única opción ante el irremediable final de los tiempos donde... la guerra final entre el bien y el mal será desatada… Y tu…Estarás del lado correcto?

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Como todas las historias, en algún punto del camino es obligado a cambiar… La verdad lo golpeo de lleno al enfrentar la muerte y resurrección de su reina, donde un extraño fantasma se le había presentado en el reflejo del espejo para develar los secretos que jamás había cabido imaginar. Para corroborar lo que había oído, y descubrir la razón de la desaparición de su marca que lo señalaba como el líder de los habitantes del Inframundo, hijo un viaje a las Montañas del Destino donde los Oráculos le confirmaron que él no era hijo del que siempre había creído su padre (por mucho que lo había negado), que en sus venas, no llevaba la sangre de Hades e incluso no era un demonio ordinario como siempre se lo había querido ver.

Sus visiones y cambios lo llevaron por una senda desconocida donde el fantasma lo acosaba entre sueños, mostrándole un poco más de un pasado que Renzo creía inexistente… Uno que ahora lo ascendería a ser un líder, pero de otro clan muy diferente cuya furia reclamaría venganza por las fechorías de aquel a quien había odiado durante toda su existencia… Hades… De allí, se abrió paso a una nueva historia donde Renzo tomaría el control de una nueva raza e intentaría mantener el balance entre todos los que compartirían su naturaleza…
Zeus preside no sólo las manifestaciones celestes (provoca la lluvia y lanza el rayo y el relámpago), sino que, fundamentalmente, mantiene el orden y la justicia en el mundo. También es el encargado de purificar a los homicidas de la mancha de la sangre, vela por el mantenimiento de los juramentos y por el respeto de los deberes con los huéspedes; es garante del poder real y, en general,de la jerarquía social, tanto en lo que se refiere a los hombres como en el seno de la sociedad de los dioses. El propio Zeus se halla sometido a los Hados, de los que es intérprete y a los cuales defiende contra las fantasías de los demás dioses. Consciente de su responsabilidad por las razones que hemos citado, es el único Dios que no se deja dominar por sus caprichos -a excepción de los amorosos-. Es el dispensador de bienes y males.

Cabe decir que esta concepción de Zeus como potencia universal se ha desarrollado con los poemas homéricos y se ha asimilado, en los filósofos helenísticos, con la concepción de una Providencia única: Zeus, como el símbolo del Dios único que encarna el Cosmos. Nos hallamos, pues, en los límites de la mitología que se difuminan para pertenecer a la Teología y la historia de la Filosofía.

Zeus pertenece a la segunda generación divina, hijo del titán Crono y de Rea. Crono, que había sido advertido que uno de sus hijos lo destronaría, trataba de impedir la realización de esta amenaza devorando a sus hijos a medida que Rea iba pariendo. Sin embArgo, al sexto, Rea dio de luz de noche y en secreto, y por la mañana llevó a Crono una piedra envuelta en pañales. Crono la devoró creyendo que era un niño. Zeus se salvó. Nació en Creta, o bien en Arcadia, según difieren las tradiciones. Su nodriza fue la ninfa -o la cabra- Amaltea, que le dio su leche. Se contaba que al morir esta cabra, Zeus cogió su piel como armadura (la égida). El niño también fue alimentado por la miel de las abejas del Ida, que la destilaron expresamente para él.

Cuando Zeus llegó a la edad adulta, quiso hacerse con el poder que detentaba Crono, y pidió consejo a Metis (la Prudencia); ésta le dio una droga gracias a la cual Crono vomitó los niños que había devorado y, con el apoyo de sus hermanos, Zeus atacó a Crono y a los titanes. La lucha duró diez años. Al final vencieron Zeus y los Olímpicos -los titanes fueron arrojados del cielo-. Los cíclopes dieron a Zeus el trueno y el rayo como recompensa por haberlos liberado del Tártaro, que estaban recluídos por orden de Crono. Una vez victoriosos, los dioses se repartieron el poder, echándolo a suertes: Zeus obtuvo el cielo, además de la preeminencia sobre el universo; Posidón, el mar y Hades, el mundo subterráneo. Sin embargo, La Tierra estaba irritada al ver que sus hijos, los titanes, estaban encerrados en el Tártaro. Por eso, los Olímpicos tuvieron que luchar contra los gigantes, excitados contra ellos por la Tierra -la Gigantomaquia-. Finalmente, Zeus tuvo que acabar con Tifón, y fue el más duro de los combates.

Sin embargo, entre todos aquellos desafíos y batallas, la que jamás pensó librar seria contra su propio hermano que liberaría a la bestia llamada kraket en las puertas del Olimpo para devorar a todas las deidades y él tomar el control absoluto del Olimpo. Zeus al borde de un colapso por la muerte de sus seres amados, utilizo su lanza del rayo para enviar las esencias de cada deidad a la tierra y concederles la oportunidad de reencarnar en nuevos seres que luego ocuparían su lugar en el panteón olímpico… Al despertar la deidad que permanecía encarcelada en Renzo, las llaves de las demás deidades fueron accionadas y el Olimpo renacería de entre las cenizas una vez mas… ¿Pero los humanos creerían en ellos después de tantos siglos de ausencia donde habían desaparecido?