Disfrutando de un Gran dia (Lizzie)

Ese dia habia escapado de las garras de la enfermera de milagro. Si bien estaba algo rara ultimamente no queria que me hicieran examenes por eso. tal vez era solo una gripe, tal vez solo era una cosa extraña de angeles y no estaba de humor para que me ecaderan a una cama en la enfermeria por un simple dolor muscular. Pense que el ejercicio podria hacerme bien asi que sali a la piscina lista para darme un buen chapuzon. Llegue a la piscina y camine por el borde mientras buscaba donde dejar mis cosas. No era un dia espacialmente soleado pero eso no me importaba, hoy queria dejar a un lado el malestar y hacer cosas normales. Mientras me acercaba vi a una chica que estaba llorando, y mi naturaleza de angel me hizo alarmarme y preocuparme de inmediato. ¿Estaria la chica herida? ¿Le habria pasado algo muy malo? Me acerque y senti su tristeza. El agua estaba deliciosa pero no tenia tiempo para pensar en ello. Puse mi mano en su hombro y le hable en el tono mas dulce que pude -¿Te encuentras bien?

La chica destilaba tristeza, y yo no pude más que abrazarla. No lo conocía y mi instinto me impulsó a confortarla. Dijo que estaba mal, y entonces me conto de todos los motivos por lo que estaba sufriendo. Lloraba de tal manera que provoco que mis ojos brillaran por las lágrimas. Le sonreí de forma dulce y me aparte de ella -Me llamo Elizabeth Olivier, pero llámame Lizzie, así me llaman todos- me quede un rato en silencio mientras trataba de buscar algo que decir -No tienes que disculparte de nada nena, es perfectamente comprensible que te sientas así. No tienes por qué culparte de nada, porque nada fue tu culpa. Todo pasa por algo y hay cosas que no se pueden evitar. Créeme, yo lo se más que nadie en el mundo- volví a abrazarla por un rato y luego sonreí. La lleve al borde de la piscina y me sente allí esperando que ella hiciera lo mismo -¿Necesitas hablar sobre eso o prefieres simplemente dejarlo pasar?

Le pase un brazo por los hombros casi de forma involuntaria, mi instinto protector me dictaba que la protegiera, que aliviara ese dolor. Le sonreí de forma dulce y empecé a hacer ondas en el agua con los pies -No nena, no tienes la culpa de nada. ¿Tú no tienes nadie con quien hablar? Porque reprimir tus sentimientos no es lo mejor porque pasan cosas como estas, y quien sabe si hasta peor. Trata de drenar ese sufrimiento haciendo algo, créeme yo también perdí a parte de mi familia y en algún momento llegue a culparme, pero al final alguien me abrió los ojos, puede que no fuera la mejor persona, pero al menos logro darme un poquito de felicidad antes... -mi voz fue bajando de tono hasta finalmente desaparecer. A veces me costaba hablar de esos temas, además de que lo más seguro es que no le importara para nada. Trate de recomponer mi expresión y le quite el brazo de los hombros...