Conociendo los alrededores [Trish]

El planetario, un lugar completamente repulsivo. El romanticismo de las estrellas, la luna y todas esas cursilerías del firmamento y los enamorados me revolvía el estomago, yo sabía muy bien que todo eso terminaba en lo mismo... un gran fracaso. El amor no existe, nunca lo hizo y tampoco lo hará. Siempre que una relación comienza, termina y mal. Es una simple distracción para los débiles y un gran error para los mejores luchadores de todos los tiempos.
El amor, solo era eso… un gran fracaso. Tal vez el whisky que tenía en mi mano era lo que me hacia delirar tanto sobre el amor, esa estupidez no era digna de encontrarse en mis pensamientos… aunque sin embargo lo hacía y ¿Por qué maldita razón?
La línea de mis pensamientos fue interrumpida por un aumento de volumen en la transmisión de radio que oía desde los auriculares de mi celular… “Gives You Hell”, The American Rejects. Conocía mucho de música, era mi mayor pasatiempo, dentro de las hipocresías y vulgaridades de la humanidad la música, las canciones, las melodías habían sido su mejor producto.

Con el whisky en mi mano y la música en mi cabeza camine por el planetario absorta en mi mundo, completamente distraída continúe caminando hasta toparme con el telescopio gigante… nada muy impresionante. Cansada de las estrellas y el resto del lugar me dedique a caminar sin rumbo alguno por el lugar hasta que me tope con un montón de cuadros y diplomas enmarcados recordando a “valientes héroes” de la historia de la humanidad, para mi simples idiotas. Continúe caminando hasta que vi un barandal donde pensaba recargar mi peso para dedicarme a pensar, pero en cuanto me acerque a este vi que otra persona estaba allí y, visto que no tenía ganas de hacer amigos nuevos, tome un trago de mi bebida y continúe caminando.

Seguía buscando la manera mas correcta de pensar que lo se veía en un lugar como este, es solo ciencia, y como los empedernidos enamorados lo usan para prometer la luna y las estrellas, y las chicas ingenuas se atreven a creer por lo menos un poco de lo que nosotros prometemos, claro hay de hombres a hombres, aquellos que solo piensan en ser fiel y dedicarse a la mujer de su vida, o aquellos que tienen en cuenta que la vida solo hay una, que hay 5 continentes y una infinidad de chicas que le temen a la rutina y buscan un desliz con alguien diferente, alguien que sea espontaneo y no caiga en lo ordinario, sino que explore sensaciones jamas sentidas, que las lleve al cielo con una palabra, pero las condene en el mismo infierno pos sus actos, en pocas palabras lo que en realidad buscaban era a Aaron Pryce... Y haya va otra vez mi egocentrismo, ya no se si sea una habilidad o algo que se me da tan naturalmente porque así debe de ser.

Gire mi rostro a mi izquierda, viendo a esa chica que al parecer no se percataba de mi presencia, o era mas que obvio que no quería ni enterarse cual era mi nombre, mas una oportunidad así no era digna de desperdiciarse, sonreí para mi dándome un poco de confianza, camine hacia ella con la mirada distraída mientras ella solo le prestaba atención a si iPod, mi hombro izquierdo golpeara el suyo provocando que su bebida se derramara en mi camisa - Disculpe señorita, estaba tan distraído que no la vi venir - Sonreí sacando mi pañuelo limpiando un pedazo de mi camisa para después brindárselo si acaso necesitaba ella limpiarse también, disfruté el aroma del whisky que había manchado mi camisa lo cual mas que sugerente me daba una idea para entablar una buena conversación - Gusto exquisito que tiene usted por una buena bebida, espero que me permita pagarle de algún modo que haya derramado su copa invitándole otra aquí en la cafetería del planetario...- Extendí mi mano en cordial saludo - Aaron Pryce, un gusto!!

Continuaba caminando por los pasillos del planetario cuando volvió a mi cabeza esa estúpida idea de la familia perfecta y el amor eterno ¿En que estupideces pensaba la gente? No tiene ningún sentido creer que un día vamos a encontrar a nuestra media naranja y vamos a terminar nuestra historia de amor con un felices por siempre, sos simples mentiras... estúpidas e innecesarias. Yo sabia muy bien que el amor era basura, una simple distracción que el ser humano se colocaba para evitar la cruda realidad de la vida... Algo realmente estúpido. En un par de oportunidades escuche esas mentiras de "lo hice por amor" "No me importa nada mas que ser feliz junto al amor de mi vida" "lo que amor es su felicidad" Mentiras... distracciones y estupideces que las mujeres y hombres de este mundo quieren escuchar para sentirse satisfechos, en mi opinión simplemente se mentían a si mismos. ¿Y los amantes de las aventuras amorosas? Otros idiotas, por el hecho de no tener una sola pareja se creen los dueños de mundo y la libertad... pero en realidad se esconden de sus repulsivos sentimientos de encontrar a su "gran amor" y sus inseguridades de no hacerlo jamas en la vida.

Cuando deje que mi voz interna cesara un poco, una fuerza mayor golpeo mi hombro logrando que derramara mi bebida sobre la camisa de un joven y la mía. -Pero que rayos...- Mis palabras salieron en un susurro con ira pero logre contenerme debido a que él siguió hablando. Sus palabras entraban en mis oídos pero no llegaban a mi cerebro... simplemente porque no despertaban gran interés en mi. Alago mi bebida, lo cual era bastante inteligente, y luego me invito por otro trago... me fue sumamente tentador el hecho de rechazarlo con total frialdad, pero la verdad es que un trago mas no me vendría para nada mal, después de todo quería sacar esas tontas ideas de mi mente. -Trish... Duné Heing. -Mi voz sonaba completamente desinteresada y fría, y me agradaba. -Acepto tu invitación, después de todo nunca se rechaza un trago verdad?- Sonreí de lado algo traviesa mientras apagaba la música de mi ipod, la cual se escuchaba desde los auriculares que colgaban de mi mano.