Conociendo a mi sobrino (?) (Giovanni)

Estaba solas por las calles de la ciudad, había salido de casa porque no podía estar encerrada en casa. Yunu estaba por el bosque pero no tenía ganas de rodearme de animales aunque fueran mis amigos. Necesitaba pasear por la ciudad, con mi dulce edad de 8 años era muy pequeña aun pero podía ir sola. Además que después de lo acontecido en el Caribe sabia como defenderme de los demás, siempre y cuando fueran razas sobrenaturales como los demonios por ejemplo. Pare en un puesto ambulante y me compre una piruleta porque quería algo dulce y lo primero que se me había ocurrido había sido eso. Seguí caminando por las calles hasta que me senté en un banco mientras me comía la piruleta y balanceaba mis pies, pensaba en mi familia, la familia Álvarez Algren. Era muy grande y yo no conocía ni a la mitad.

Andaba rondando la Plaza pensando en varias cosas, esto cada vez era mas confuso y me sentia cada vez peor de lo que de pro si me sentia, de verdad siempre andaba pensando y ya se me habia olvidado comer algo en un dia entero, es que como me dijo mi padre, mi prioridad principal era protegerme y proteger a las Algren, pero por lo que leia en el libro que llevaba en manos, solo tenia que proteger nada mas ni nada menos que a Aline, Hannah, Eleanor, Rebeca, Paz, y a alguien a punto de nacer, que no entendia ni media papa, mas aparte debia cuidar a Gianna, Mercedes, Myriam, una hermana perdida de los Alvarez y Adara junto con su hermana que apesar de no ser de la familia directamente porque estaba ligada a un Cruz estaba implicada, esto era extenuante, me hacia a veces desear no querer que mi madre muriera, pero sabia que tarde o temprano ellos desearian matarme, en eso cruce con un puesto ambulante, que vendia dulces de varias nacionalidades, y vi uno que se me antojo por su colorido, pregunte que era y me explico el vendedor que era una cocada redonda, un dulce tradicional mexicano que era a base de coco, asi que me compre una bolsa de 10 cocadas, ya que segun si sabia bien a mi padre y a tio Jonh les agradaban los dulces de Mexico, asi que me dispuse a comer uno y no sabia tan mal, decidi entonces sentarme en una banca donde habia una pequeña, era raro ver niños solos por la ciudad asi que me supuse sus padres andaban cerca, mientras tanto me puse a ver el libro y entender un poco mas de la familia

OFF: me dijo Samuel que para este posteo digas que el esta en el hospital pero que no sabias donde estaba XD

Después de unos segundos, me sentía sola. No estaba acostumbrada a estarlo porque en casa siempre estaba con papa, mama Sandra, Javier, tío Samuel o tío Brandon. Pero en ese momento me encontraba totalmente sola, pero no sabía dónde estaba tío Samuel... poco sabía yo que estaba en el hospital... Pero mientras seguí columpiando mis pies y comiéndome la piruleta, un chico muy guapo se sentó a mi lado y me llamo la atención su libro. Sabía que era de mala educación pero logre leer las palabras Algren en algunos sitios. Eso me sorprendió y le toque el brazo con unas de mis manos.

-Perdona... ¿conoces a la familia Álvarez Algren?

Me lo quede mirando, no acostumbraba a tratar con desconocidos pero no me daba miedo, extrañamente me sentía muy cómoda a su lado. Parecía abstenido pero haber vuelto en cuanto mi mano toco su brazo. Me había liado un poco con lo que me había dicho intentándolo asimilar demasiado rápido, así que fui más lentamente y lo entendí todo. Era un Algren pero sin su sangre corriendo por las venas. Sonreí cuando se presento, tire el palo del la piruleta en la basura que había al lado del banco y le volví a mirar. No dejaba de sonreír… la verdad es que no podía dejar de hacerlo. Así que me decidí a presentarme yo también.

-Encantada de conocerte Giovanni, soy Eleanor Álvarez Algren. Por eso te preguntaba que sabias de la familia Algren, porque soy un miembro directo de ella.

Y más que directo, era hija de Michael Álvarez Algren. Llevaba los apellidos de papa, porque mama no quería que llevara su apellido. Pero me gustaba tener los apellidos de papa porque me sentía orgullosa de apellidarme Álvarez Algren y lucharía lo que fuese para preservar los apellidos de esta familia a la que amaba.

Me sentía extraña a su lado, como dudaba mucho que pudiera sentirse una niña de 8 años al lado de un adolescente de 18 años, quizá tuviera algo que ver que mi mente hubiera madurado hasta casi los 17-18 años. Como suponía él me veía como una niña de 8 años… era normal, mi cuerpo enseñaba eso. Todo lo contrario que con Javier que aparentaba 18 años y solo tenía casi un año de vida y yo aparentaba 8 años y mi mente había madurado hasta los 17-18 años. Pero seguí sonriendo en todo momento, era como si hubiera algo entre los dos que me hiciese no poder parar de sonreír. Le miraba a los ojos, mis ojos verdes estaban clavados en sus ojos marrones.

-Bueno... es que no sé donde están hoy cuando me he despertado no estaban. Pero puedo defenderme.

Dije para poner mi mano con la palma hacia arriba y hacer que apareciera allí una bola de energía, era grande había estado practicando y cada vez eran más grandes y más poderosas. Le mire a los ojos, sonriendo para después hacer desaparecer aquella bola. No era indefensa pero era normal que con los solo 8 años que había vivido no sabía defenderme del todo bien.

Escuche atenta lo que me digo sin dejar de mirar sus ojos, cogí la hoja que me enseñaba entre mis manos gracias a que era hechicera entendía todas y cada una las palabras que había allí apuntadas. Lo iba a entender pero él me digo que era y no hizo falta que lo entendiera por mí misma. Lo que me dijo me sorprendió... por una parte quería hacerlo porque algo me decía que eso me ayudara a luchar contra los que amenazaba contra las Algren y también quería hacerlo porque algo me decía que así podía estar con él pero por otra parte tenía miedo de que cuando creciera el no me hiciese caso... me mordí el labio y le mire.

-¿A... a ti.. te gustaría que lo hiciera? Quiero que me digas si te gustaría que creciera, dime la verdad por favor.

Dije mirándole a los ojos rogándole con la mirada que no me mintiera y me dijera la verdad. Lo necesitaba.

La hija del hechizo seguía entre mis manos, pero mi mirada no se separaba de la suya no quería perderme ni una palabra que dijese en cada momento. Pensé en que papa seguro que querría matarlo y no solo él seguro que también pasaría lo mismo con Javier. Para ellos yo era su niña y no les haría gracia que hubiera hecho un conjuro para crecer aunque yo lo deseara... sería difícil pero tenía que hacerlo. Era lo que mi corazón y mi mente me pedían. Sus palabras de amara a quien yo quisiera me dolieron pero sus palabras me sorprendieron y le mire a los ojos antes de abrazarle con fuerza.

-Quiero hacerlo, quiero crecer estoy segura. Además mi mente ya tiene la edad de una chica de 17-18 años así que no se notara demasiado.

Sobre todo se notaba en mi forma de hablar, no era la forma de hablar de una niña de 8 años pero le mire a los ojos mientras mis brazos le seguían abrazando. Me gustaba estar a su lado.

Me abrazo fuerte y supe que me haría crecer y eso me hacía muy feliz, más feliz que otra cosa. No sabía cómo se lo tomaría la familia pero esperaba que bien, aunque sabía que papa y Javier no se lo tomarían muy bien y quizás tío Samuel tampoco y tío Brandon ya veríamos. Me abrace a su cuello con una sonrisa cuando me tomo en brazos. Sonreí aun mas cuando me dijo que haría todo lo que yo quisiera eso me hizo sonrojarme pero lo oculte un poco. Pensé en su pregunta y la verdad es que solo había tres personas en la familia a la que estaba realmente unida.

-Solo hay tres personas mi padre, mi hermano y mi tío Samuel. Son a los que estoy mas unida.

Estaba intrigada por su pregunta pero cuando lleguemos al puesto mire a la tendera poniendo gesto de niña pequeña ya que con mi edad y cuerpo de 8 años no costaba mucho pero intentaba aparentar que mi mente también era de 8 años y no de 17/18 años.

La tendera era muy cariñosa con nosotros, el ojo de venado me sonó mucho así que pensé un poco y recordé lo que mama me había dicho cuando aun vivía. Me mordí el labio inferior mientras escuchaba lo que hablaban, ahora mismo estaba pensando en muchísimas cosas a la vez entre ellas y las mas primordial lo que estaba empezando a sentir cada vez mas fuerte por Giovanni. Por eso y para estar más segura, bloquee mi mente y seguí pensando en esas cosas que tenía en la cabeza. Otra cosa que pensaba era la de cómo le diría a mi familia que había crecido y como evitaría que mataran a Giovanni. Cuando le dio la fresa me sorprendí y yo también mire a la mujer. Y mire a Giovanni cuando se alejo del puesto.

-Creo que ella es la chamana, sentía un poder muy fuerte en ella. Es un poder que nunca había sentido así que supongo que es porque ella es chamana. ¿No?

Dije mirándole a los ojos, la verdad es que cada vez me parecía mas a una chica de la edad que teína mi mente. Hablaba muy maduramente en algo en que me recordaba a Javier porque aunque tuviera meses de vida siempre parecía muy maduro.

Giovanni se quedo en silencio y me lo mire preocupada, no hablaba pero yo no le dejaba de mirar. Entonces fue cuando pude apreciar que él me gustaba de verdad, que de verdad estaba sintiendo algo por el gracias a mi mente de una chica adolescente. La verdad es que... quería crecer por propia voluntad y aunque la mayor razón era él también quería ser más poderosa para enfrentarme a aquellas bestias que nos mandaba Leticia, lo sabía porque Javier lo había pensado y no había bloqueado su mente y yo le había podido leer la mente. Leticia se arrepentiría de haberse metido con mi familia y haber matado a la madre de mi hermano. Nadie hacia eso y salía ileso. Entonces lo que digo Giovanni me sorprendió.

-¿Que son esos asuntos Giovanni? Perdón... no quiero ser entrometida.

Me disculpe porque no sabía si eran cosas personales suyas y no quería ponerle en un aprieto por eso me calle y no dije nada. No soltaba mis brazos de su cuello, para seguir abrazada a él y además para no resbalarme de sus brazos.

Pensé en las bestias cuando él las menciono y lo ocurrido en el Caribe... un escalofrió me recorrió la columna vertebral... Cuando le sentí hablar de los sentimientos, me mordí el labio ¿sentiría por mi lo mismo que yo por él? No sabía que haría si después de crecer no le gustaba... pero aun así guarde esa esperanza en mi interior. Fue pensando en todo eso con el bloqueo de mi mente hecho. No quería que nadie leyera mi mente en ese momento.

Pero cuando lleguemos al puesto, me sorprendí al ver que hablaban italiano porque yo de italiano no entendía nada. Me quede callada sin entender mucho de que estaban hablando pero por el puesto podía deducir que era una olla o caldero. Espere con paciencia a que Giovanni terminara, mientras me dedicaba a poner cara de niña buena y pequeña mientras que mi mente trabajaba a toda velocidad sin dejar de pensar.

Sonreí cuando me dijo que me enseñaría italiano cuando creciera, bien eso sería genial. Pensaba si quedaba algo mas por hacer, pensaba también como seria crecida seguro que los ojos los seguiría teniendo verdes como papa pero el pelo me gustaría tenerlo como mama. Mama era rubia y siempre me había dicho que quizá cuando creciera lo tendría rubio como ella. Pero no sé porque pensé en Leticia y en todo lo que estaba haciendo... no se lo perdonaría jamás. Sabía que si un día ella tenía la mala suerte de encontrarse conmigo no se iría de rositas, quizás yo caería pero me la llevaría conmigo. No iba a dejar que siguiera amenazando a mi familia y si tenía que morir para que ella también lo hiciera lo haría aunque hiciese daño a mi familia porque si ellos estaban a salvo no me importaba pagar ese precio.

-¿Lo tenemos todo?

Pregunte mirando a Giovanni, mirando la hoja del hechizo y mirando después a Giovanni de nuevo. Si... tenía ganas de crecer en realidad, además yo había aceptado el que utilizara ese conjuro conmigo.

Sonreí y me sonroje por su beso en la mejilla pero el que hiciera aquel beso de esquimal me hizo sonrojarme. ¿Eso quería decir que sentíamos lo mismo? Lo interpretaría como un sí. Pero cuando no entendí nada es lo que me digo en la casa abandonada, levante la vista mirándole a los ojos. Antes de nada le quería preguntar el significado de sus palabras lo segundo lo entendía, pero lo primero no del todo ¿por qué iba a malinterpretar algo que me dijera? Sacudí la cabeza y le mire de nuevo.

-Acepto esas condiciones pero... ¿por qué voy a malinterpretar algo que vayas a decir?

Dije mirándole desde el suelo donde me había dejado, estaba deseando crecer pero antes quería saber eso que le había preguntado.

escuchando su pregunta comence a preparar la pocion, si era algo malo con eso desde que mama me quizo enseñar, pero... ahora tenia seguridad, asi que estaba decidido pero cuando formulo aquella pregunta me lamente de haber puesto eso de condicion -Nunca pienses que todo lo que digo es verdad o todo lo que digo es mentira, lo que digo siempre tiene una justificacion, habra muchas veces que digo algo en contra de mi volvuntad y otras en las que deseo decir algo que no puedo por cumplir una promesa, asi que por eso digo que nunca malinterpretes lo que sea que diga, sino que ve la enfatizacion de lo que digo para que entiendas lo que realmente quiero decir, ademas para eso te guiara tu tio, asi que solo digamos que el futuro lo decidimos y depende de ambos salvar algo o no hacerlo, lo comprenderas despues creme, aunque de momento sera mejor que hagamos esto rapido- solo heche el ultimo ingrediente y dije -Caritas enim non solum vivere incipere cum laeta- era latin asi que preferi hacerlo antes de arrepentirme y solo servi un vaso para ella, esperando se lo tomara

OFF: traduccion: Por el amor que le tengo, solo has que crezca y viva feliz con esto

Escuche todo lo que me digo, no lo entendía del todo pero suspire. Había aceptado y debía seguir adelante, al menos sabía que tendría a tío Samuel para ayudarme. Mi tío siempre estaba ahí cuando necesitaba ayuda, era mi ángel protector. Respire hondo y cogí el vaso entre mis manos, me lo bebí todo sin vacilar. Quería hacerlo y estaba segura de mi decisión, cuando me lo acabe lo deje en el suelo y algo me hizo cerrar los ojos, un resplandor rosa me envolvió no dejando ver como crecía. Pero cuando desapareció, aparecí estaba vestida informalmente, parecido a lo que llevaba antes de crecer a excepción de un gorro azul y abrí los ojos. Mire a Giovanni.

-¿Como estoy?

Yo misma me sorprendí del cambio de mi voz, sonaba mucho mas femenina. Esperaba que la respuesta de Giovanni fuese buena.