Lagrimas de rosa. [Libre]

por Invitado Lun 18 Jul - 7:43:22

Temblaba mientras corría, se aferraba a las paredes mohosas, un ciego tunel sin fin, una marejada de sombras y llantos, se ceñia al dolor de su cuerpo hasta que lo logro…abrió un par de horrizados ojos grices.

Era una de esas noches, una de muchas pero era imposible evitar sentir la intensidad de esa en especial. Sus ojos reclamaban con un intenso dolor de cabeza que martillaba sus sienes por el brillo de las horas que marcaba su despertador, si no se equivocaba eran alrededor de las tres de la madrugada, siempre era a la misma hora, el mismo sueño o pesadilla que comenzaba con un mundo paralelo de color y armonía y acababa en un pozo sin fondo de sombras y dolor. Tamina respiraba agitada, a su alrededor veía a lo que sus ojos se acostumbraron cada noche, las sabanas de seda revueltas y su pecho perlado del frio sudor, intento calmarse y paso sus manos sin mucha delicadeza por su rostro, necesitaba salir, cada paso que daba hacia el cuarto de baño de su departamento incluía a que las paredes se cerraran sobre ella haciendo que se sintiera prisionera de una jaula de cristal.

El agua tibia logro serenarla, a medida que humedecía su cuerpo de deidad, cada ápice de agua era como un suspiro del viento que la alejaba de la oscuridad de su propia mente. Abrazaba sus piernas con fuerza, queriendo desaparecer de la faz de la tierra y volver a su hogar celestial, aun lo recordaba pero no eran más que trozos de un tapiz desgastado; estaba maldita y con cada dos pasos que podía dar para volver eran cinco más que la ataban a la tierra, y su misión, si, la martirizaba recordarlo pero era necesario y la única esperanza que parecía sanar sus dudas. No sabía a donde iría y mientras se colocaba una camiseta no se detuvo a pensarlo, sus cabellos humedecieron la tela de inmediato, fresca, como un niño que se baña en el rio y queda libre de toda culpa, de todo pecado aparente. Al acabar de vestirse se vio en el espejo, un rostro que debería reflejar belleza y paz solo reflejaba malos recuerdos y una sensación de cansancio que acabaría por sumirla en un sueño profundo.

El silencio de las calles era melodía de opera para sus oídos, no evitaba entre algunos pasos cerrar sus ojos y dedicarse a escuchar, a memorizar el roce de las hojas con el tronco de los arboles, los suspiros entre las sabanas del vecindario, una paz que ella intentaba en cuerpo y alma tomar pero que el rostro del Logan y los brazos de aquel demonio ciñéndose a su cuerpo le impedían lograr. Con el uso de sus poderes solo un haz de luz cruzo su mente y la guio al lugar donde aquella melodía se repitiera con más intensidad acunando su cuerpo entre los brazos del Dios Morfeo, fue así como llego al mirador.

No se equivocaba, estaba completamente desierto, Mina se pregunto si alguna vez pensó lo contrario, a esas horas no muchos deambulaban por las calles de Bloodtemps y si se visualizaba alguna sombra, algunos pasos, tendría la certeza que solo serian los suyos. Las plantas del lugar armonizaban con su delicado aroma cada rincón del mirador, los bancos húmedos por una lluvia pasada lucían misteriosos y sobre ellos una rosa blanca marchita. Tamina se acerco sin mucho pensarlo y se sentó cerca de ella tomándola en sus manos perfiladas y acariciando los pétalos enfermos

-¿Tu también te has extraviado de las demás?. Quien la hurto no tuvo la decencia de devolverla a sus hermanas. Sus dedos la detallaban y una luz celeste ilumino los ojos de ángel a medida que su mente divagaba en la medicina para la pasional flor solo que, no fluyo. La dejo caer en su regazo mientras cerraba sus ojos hastiada, ni su fuerza, ni su concentración…sentía que había perdido todo compromiso posible -A ambas nos tomara algo de tiempo sanar. Una tímida sonrisa fue lo que afloraron sus labios de marfil. Enseguida su mirada perdida y elida se dirigió a la ciudad, a un espejo de paz, un cristal en donde ella no hallaba su propio reflejo.

por Invitado Mar 19 Jul - 20:38:35

Esa noche no habia podido dormir. Sabia en lo que pensaria si recostaba la cabeza en la almohada y cerraba los ojos. Esa noche lo habia sentido mas cerca que antes, me habia dado cuenta de su olor entre mis sabanas. Habia sentido lo mismo hace unas pocas semanas y pense que me estaba volviendo loca, hasta esta noche. Habia llegado esta noche despues de pasar un duro dia como voluntaria en la enfermeria, me habia duchado y al recostarme en mi cama lo habia sentido. Su olor.

Me habia levantado muy lentamente y habia mirado a mi alrededor. No podia ser, el estaba en el infierno, yo me habia encargado de eso personalmente. Inspeccione mi habitacion y consegui que habian ciertas cosas que no estaban en donde las habia dejado esa misma mañana. El terror se apodero de mi mientras me cambiaba de ropa. Tal vez no fuera lo mejor salir a la medianoche, pero no podia hacer nada.

Antes de salir me detuve en la puerta y mire mi habitacion. Tendi mi cama sin dejarle ni una sola arruga y cerre la ventana con seguro. Deje algunas cosas en el borde de la mesa y la cama a proposito, y tambien debajo de la ventana. Si llegaba a entrar las romperia. Le lanze una ultima mirada a mi habitacion y sali cerrando bien la puerta.

La ciudad estaba sola a esas horas de la noche, era un poco tenebrosa, pero camine sumergida en mis pensamientos y sin querer termine en "el lugar". El mirador. Nuestro lugar favorito. Su lugar favorito.

Camine hasta que divise a una chica con una rosa marchita en su regazo. Parecia algo cansada y alterada, y hasta algo triste. Creo que compartiamos eso en comun. Me quede de pie cerca de donde esta sentada y suspire. Tal vez ella no quisiera hablar pero yo si, necesitaba desahogarme con alguien.

-Es dificil olvidar ¿cierto? A veces.... a veces las cosas no son como uno las espera. A veces las cosas nos lastiman mas de lo que originalmente pensamos

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