Algo inevitable (Perseus) [+18]

Estaba claro que la cordura ya no formaba parte de mis caracteristicas desde aquel dia en que me habia encontrado con la demonia de nombre Eris. Eran tantas cosas que rondaban mi cabeza por ese entonces que me resultaba imposible detener las multiples e inacabables lineas de pensamiento que se sucedian una tras otra diciendome que debia dejar de ser el "Perseus Bueno" de siempre y ser lo que siempre habia sido y lo que nunca debi dejar de ser. No sabia que tipo de fuerza superior me habia dicho que vaya hasta las Torres del Castillo, pero era un pensamiento que resisti porque estaba claro que seguir mis instintos de nuevo no me traeria nada bueno. Y finalmente sin saber como, acabe por llegar a las torres y vi a Mercedes, la chica que.... ¿no la habia matado hacia tiempo? Pues ahi estaba, mirandome. Alce una ceja y camine hacia ella dando un rodeo para mirarla. ¿Quizas si la pasaria bien? Segui rodeandola hasta que ella estaba dandome la espalda. -¿Me has extrañado? -la abrace por la espalda acariciando su vientre con una de mis manos mientras con la otra tomaba su brazo. ¿Que tal te va?

No tenia nada claro en los momentos como este, pero si tenia claro lo que queria.... queria saber si lo que sentia por Anthea era tan fuerte como parecia ser o simplemente un mero capricho, capricho que de seguro podria darme con cualquier persona sin la necesidad de estar emparejado con alguien. Mercedes parecia la alternativa perfecta para lograr mi cometido porque al fin y al cabo necesitaba a alguien que no tuviera sentimientos por mi y por quien yo tampoco tuviera sentimientos. Mi mano acariciaba su vientre y la otra mantenia su brazo tomado, pero eso habia sido en caso de que su reaccion fuese intentar golpearme o atacarme. Sus respuestas a mis preguntas fueron, sin dudarlo un segundo, unas que me esperaba y que deseaba: Si me habia extrañado, y aun le resultaban confusas las circunstancias posteriores a su muerte. Se volteo y se quedo mirandome, sonrei al notar aquel brillo especial en sus ojos que parecia decir lo mismo que los mios, habia tentacion en ambos, la mesa estaba servida. Deslizo su mano por mi rostro mientras la otra se metio debajo de mi camisa para acariciar mi abdomen. Eso es, la chica parecia saber lo que queria, no ibamos a negarselo, ¿verdad? Mi mano tambien se metio debajo de su ropa para empezar a acariciar su vientre, al tiempo que mis labios empezaban a recorrer su cuello a punta de mordiscos y besos, despues mi mano paso a su espalda y finalmente arranque su blusa. Di un par de pasos hacia atras observando su torso semidesnudo, solo cubierto por el sujetador. Sonrei y le mostre la prenda que acababa de quitarle. -¿Quieres venir por ella? -dije pegando mi espalda contra la pared y aun manteniendo vivo el recuerdo de su piel desnuda contra mis manos.

Su respuesta ante mi pregunta habia sido algo inesperado, por algun momento pense que opondria resistencia pensando que ella era anteriormente un angel y encima yo era un demonio, y no cualquier demonio sino el demonio que se habia cargado a este Luis Nosequecosa y al otro tio que se llamaba Franco Cruz, sin embargo y mas importante de todo..... me la habia cargado a ella. La habia matado y aun asi ella parecia deseosa de compartir uno que otro placer carnal conmigo. Supongo que es lo que tiene ser tan jodida e irrevocablemente apuesto, de seguro nadie se podria resistir si yo me insinuara de esa forma, en fin, tambien sabia que ella jamas habia podido resistirse a mis encantos por lo que estaba demas decir que no iba a joder sus intenciones, es mas, a quien iba a joderme era a ella, pero no el sentido estricto de la expresion. Se acerco a mi caminando despacio y me quito su blusa para tirarla al suelo al tiempo que empezo a desabotonar mi camisa, yo obviamente tuve que dejarme hacer porque ya me habia tocado mi parte. Despues, unas palabras que me parecieron musica, estaba dispuesta a todo y yo, obviamente, iba a aprovechar eso. Se acercaba a mi cuello no sabia haciendo que, pero me parecia cada vez mas tentadora, perfecta para ponerme a prueba. Termino de quitarme la camisa y yo sonrei, el juego se ponia cada vez mejor mientras avanzabamos, excitante, solido, y sobre todo sorpresivo. -En vez de hablarte sobre esas cosas.... prefiero hacertelas.... -voltee nuestra posicion para que fuese su espalda la que quedo contra la pared, me acerque a ella y la bese con pasion, lujuria y mucho deseo, jugando con mi lengua y la suya al tiempo que mi mano derecha lentamente se introducia dentro de su pantalon buscando su entrepierna, objetivo que encontre facilmente. Use mis dedos para acariciar y jugar dentro de su sexo mientras no paraba de besarla, mi otra mano la mantenia firmemente tomada por la espalda, asegurandome que no pudiera huir ni arrepentirse de nada, esta noche ella seria completamente mia.

Si, si, si, no habian dudas de que ella se lo iba a pasar de lo lindo con esto y mucho mejor se las pasaria ahora que estaba decidido a hacerle varias cosas que le servirian para darse cuenta de que el sexo era lo mejor que se habia inventado en el mundo. Despues de que me dijo que estaba impaciente por poder probar todas las cosas que queria hacerle empezo a desabrochar mi pantalon, algo que yo le permiti sin dudarlo. Yo no iba a ir por la vida pregonando que me la habia tirado, simplemente queria una buena dosis de sexo directamente enfocado al placer sin sentimientos ni nada de por medio. Retire mis dedos despacio y pegue mi cuerpo al suyo mientras la mano que antes habia estado en su espalda ahora se dedicaba a recorrer su trasero con calma, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Finalmente le quite el estorbo que significaba su pantalon y de paso su ropa interior, dejandola casi desnuda ante mi. Deslice mis labios desde los suyos hasta su vientre al tiempo que mis manos recorrian sus piernas, la mire hacia arriba alzando una ceja con malicia y dirigia mis labios hacia su sexo y los use en conjunto con mis labios para que ella pudiera recrearse como quisiera en disfrutar de lo que le hacia.

No sabia que demonios era lo que me estaba pasando, este no era yo. Pero.... por otro lado, no podia evitar lo que estaba haciendo, una guerra interna estaba librandose en mis pensamientos y no queria pensar que al final me arrepentiria de esto, preferia simplemente disfrutarlo como me lo merecia. Sabia a leguas que a ella le estaba gustando y mucho, no hacia falta mirar hacia arriba para saber lo que estaba haciendo, me bastaba con conocer como funcionaba mas o menos la mente de las mujeres en situaciones como esta para saber que estaa tan excitada como yo me lo proponia. Despues de un par de movimientos mas, ella me hizo una seña para indicarme que queria llegar al plato fuerte, algo que yo no iba a negarle por supuesto. Subi despacio deslizando mis labios por su cuerpo, llegando a sus pechos los cuales mordi y acaricie con mis labios para finalmente quedar frente a frente con su rostro. Con inusitada fiereza hice que se de vuelta pegando sus pechos desnudos a la pared, levanté su cadera y en vez de penetrar su sexo con mi miembro hice un amago pasándome directo al plato principal: su trasero. El cual penetré con destreza para no provocarle más que placer, nada de dolor.

Vaya, asi que la ex-angelita tenia su lado oscuro y encima no tomaba mucho trabajo sacarlo a la luz, esto si que me divertiria bastante. Su gemido de dolor me dijo que tenia razon en lo que habia pensado aquella vez que nos habiamos visto, pero eso no iba a hacer que me comporte de manera mas correcta. Segui penetrandola cada vez con mas fiereza a medida que pasaba el tiempo y ella demostraba que le gustaba mas. Cuando rodeo mi cadera con su otra pierna quedamos en una posicion ideal para que ella pudiera "conocerme" en toda mi extension. Beso mi cuello y yo le respondi con un mordisco en el mismo lugar, tome su cadera con mis dos manos para poder penetrarla aun con mas rapidez. Mi boca se deslizo hacia sus pechos donde di mordidas, besos y lametones, despues subi una de mis manos para apretarlos y mi otra mano se posicion sobre uno de sus gluteos, al tiempo que mis caderas podian aumentar un poco mas en velocidad, a esta altura yo mismo comence a soltar gruñidos de placer que reflejaban de manera exacta que esto me gustaba. Empece a detenerme lentamente, moviendome mas despacio pero dando lugar a mas roce en lo que haciamos, quite mi mano de su trasero para tomar la suya y dejarla sobre mi miembro, para que ella hiciera lo que quisiera ahi mientras no dejaba moverme de la nueva forma en que lo hacia.